Este año empezamos las sesiones de Godly Play con la incorporación de las familias que quisieran comprobar como es la dinámica de conocer las historias sagradas.
Empezamos el trimestre con la parábola del Buen Samaritano. Nos dice que el amor es acción y que mi prójimo es todo aquel que necesite mi ayuda. Ilustra la verdad fundamental de que no es posible amar a Dios “con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente” a menos que también amemos al “prójimo como a ti mismo.”
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