domingo, 14 de abril de 2013

La importancia de poner normas en casa


  La importancia de poner normas en casa
 


Las familias deben poner las normas que consideren justas, exigir que se cumplan, actuar con seguridad y firmeza, desde el conocimiento de los niños/as y el cariño que tienen a sus hijos e hijas, sabiendo que son el modelo a imitar y sabiendo que la valoración y respeto son una meta y una guía para ellos/as. 



Consejos prácticos a la hora de poner límites a los/las hijos/as son los siguientes: 


1. Mostrar objetividad. Es frecuente oír: “pórtate bien
" o “sé bueno". Dichas expresiones pueden resultar imprecisas. Los/las niños/as lo entenderán mejor si se ponen las normas de una forma más concreta ("habla bajito en la biblioteca" o “dame la mano para cruzar la calle").
2. Ofrecer opciones. Dar a los/las niños/as la oportunidad limitada de decidir cómo cumplir las "órdenes". Así sienten una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias ("es la hora de vestirse, ¿quieres elegir un traje, o lo hago yo?”).
3. Ser firmes. Ejecutar con voz segura, sin gritos, y con mirada seria en la cara lo que se quiere hacer cumplir (“vete a tu habitación ahora" o "¡para!, los juguetes no son para tirar").
4. Acentuar lo positivo. Expresiones como el "no" o "para! " dicen lo que es inaceptable pero no explican qué comportamiento se debería tener. Es más oportuno decir a un/una niño/a lo que debe hacer (“habla bajo") antes de lo que no debe hacer (“no grites").
5. Mantenerse al margen. Cuándo se dice "quiero que te vayas a la cama ahora mismo", se está creando una lucha de poder personal con los/las niños/as. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal (“son las 8, hora de acostarse" y se le enseña el reloj).
6. Explicar el porqué. Evitar dar una larga explicación que les distraiga, es decir, manifestar la razón en pocas palabras (“no muerdas a las personas. Eso les hará daño" o “si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque les gustaría jugar con ellos").
7. Sugerir una alternativa. Así aprenden que sus sentimientos y deseos son aceptables ("no sé si te gustaría mi pintalabios, pero eso es para los labios y no para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel a cambio" o “no te puedo dar un caramelo antes de la cena, pero te puedo dar un helado de chocolate después".
8. Ser consistente. Las rutinas y reglas de la familia deben ser consistentes días tras día (hora de comer, acostarse, etc.), aunque se esté cansado o indispuesto.
9. Desaprobar la conducta, no al niño/a. Dejar claro a los/las niños/as que la desaprobación está relacionada con su comportamiento y no directamente con ellos/as. En vez de decir “eres malo" (desaprobación del niño/a), se puede decir “no muerdas" (desaprobación de la conducta).
10. Controlar las emociones. Cuando se está muy enfadado, se castiga más seriamente y se puede sin quererlo ser más abusivos verbalmente y/o físicamente. 



Francis es un niño fantastico pero al que sus padres decidieron aplicar un programa de Puntos para modificar algunas conductas, y este es el cartel que su mamá elaboró, con muy buenos resultados, y con el que Francis estaba muy motivado. Gracias a sus papás por querer compartirlo en clase con los demas compañeros, y servir de ejemplo.


 
 

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