Como cada año, en Jaén celebramos con gran devoción y alegría la Romería del Cristo del Arroz, una de nuestras tradiciones más queridas y esperadas. Esta celebración, profundamente arraigada en nuestra tierra, es mucho más que una festividad religiosa: es un momento de encuentro, de identidad compartida y de cariño entre generaciones.
Desde bien temprano, vestidos de romeros, muchas familias nos preparamos con ilusión para dirigirnos juntos a realizar la ofrenda floral al Cristo del Arroz. Es una estampa llena de color, fe y tradición, en la que los trajes típicos, las flores y la música llenan de vida nuestras calles y caminos.
Durante el recorrido, se respira un ambiente festivo y familiar. Los más pequeños viven esta experiencia con entusiasmo, aprendiendo desde la infancia el valor de nuestras raíces culturales. Es habitual verlos participar activamente, portando flores, cantando y compartiendo momentos especiales con sus seres queridos.
La ofrenda floral se convierte así en un símbolo de agradecimiento y esperanza. Cada flor representa una petición, un deseo o simplemente un gesto de amor hacia el Cristo del Arroz, que cada año nos reúne en torno a su imagen con el mismo fervor.
En el colegio valoramos profundamente estas tradiciones que fortalecen los lazos comunitarios y transmiten valores como la fe, el respeto, la unión familiar y el amor por nuestra cultura. Por eso, celebramos con orgullo la participación de nuestras familias en esta romería, sabiendo que entre todos mantenemos viva una costumbre que forma parte del alma de Jaén.