Si te traen a clase un tarro lleno de conchas y piedras , después de un fin de en la playa, con sonidos y olor a mar... Qué podemos hacer? Un mandala, a la vez que escuchábamos sonidos relajantes del mar . Si escuchamos bien ese sonido nos pedía a los Guardianes del planeta que estuviéramos alerta de todo lo que que les llega por nuestro descuido.
Después del puente de Junio y próximos a fecha ya veraniega, yo también les traje sorpresas , que tenían que tocar, adivinar en la caja misteriosa. Luego, escucharon como suenan entre ellas y tenían que agudizar sus sentidos para adivinar lo que había en la caja misteriosa. Pudimos contarlas, formar montículos por tamaños de mayor a menor...
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