Triana se fue un fin de a Cazorla y nos trajo frutos , hojas de distintos tipos y todo lo que cogío del suelo mientas estaba en la sierra, disfrutando así de la naturaleza, sin estropear nada ni arrancar nada de los árboles, y es que es lo que tiene esta estación que se deja querer y nos facilita que toquemos y olemos las plantas, hojas, frutos, a nuestro alcance.
Y de esta manera nuestra cesta del otoño se iba llenando de colores.
Nuestro día de ir al parque llegó, pero después de días de sol estupendos llegó la lluvia, y nos quedamos en el patio de los mayores, como ellos dicen, para degustar la merienda típica de otoño , con toda la etapa de Infantil.
Pero antes de salir hicimos nuestro propio mapa, para situarnos y con el que nos ayudaría a llegar al parque con facilidad. Una manera más de ayudarles a poner los pies en la tierra, de comprender la representación del espacio y de establecer vínculos afectivos con el entorno. Usamos como referentes, pasos de peatones, semáforos , comercios, bares ....
Mucho se ha investigado sobre la adquisición de la noción del espacio, así Piaget, Hannoun, Van Hiele establecen las etapas o fases por las que este conocimiento va pasando. En cualquiera caso, en lo que todos los investigadores coinciden es que debe ser trabajado, que no es algo que se adquiera de por sí solo. Así, los niños que viven en zonas rurales y se desplazan por el medio lo tienen más consolidado que los que viven en espacios urbanos donde es más difícil moverse autónomamente. Siegel y White consideran que el aprendizaje de los conceptos espaciales debe producirse de forma secuencial: de los lugares conocidos a los itinerarios vinculados (desplazamientos) para poder crear mapas mentales (relaciones entre lugares). En la educación infantil hay que tratar el “espacio vivido·”, la experiencia directa, explorando los espacios conocidos, los de contacto, y ya cara finales de EI, podemos iniciar a los pequeños en el “espacio percibido” ya que poco a poco podrá experimentar los no tan conocidos. Hoy en día, a diferencia del pasado, los niños desde bien pronto viajan y se desplazan a lugares no conocidos, algo a lo que también contribuyen las series infantiles que consumen en las pantallas.
Empezamos nuestro mapa mental del otoño y luego los protagonistas de esa semana o lo responsables se convirtieron en profes e iban haciendo preguntas a sus compañeros indicándoselo en el mapa.
Otro día que también llovía mientras desayunamos vimos en la pizarra digital un cuento que nos enseñaba las características de la estación .
Aprendimos una canción con pictogramas que nos facilitó el aprendizaje de la letra de la canción.
Para decorar la clase teníamos que adivinar las figuras que salían y aprendimos entre todos el vocabulario más especifico.
Otro día con las hojas que trajeron pudimos clasificarlas por colores y tamaños, luego al finalizar pudimos hacer la lluvia de otoño divirtiéndonos mucho. Eligieron la hoja que más les gustaba para pegarla en su libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario